Hace quinientos años la parte occidental de Sudamérica estaba controlada por el estado imperial incaico, el Tahuantinsuyo. Teniendo como capital la gran ciudad del Cusco, los incas expandieron su dominio desde 1438 cuando conquistaron a la temible Confederación Chanca.
A partir de ahí los cusqueños se anexaron muchos reinos y señoríos del mundo andino. Entre los estados regionales sometidos al Imperio Inca se encuentran: Colla (Puno), Lupaca (Puno), Pocra (Ayacucho), Chincha (Ica), Huanca (Junín), Yaro (Huánuco), Chachapoyas (Amazonas), Cuismanco (Cajamarca), Ishma (Lima), Chimú (La Libertad) y Cañari (Ecuador). Estos y otros importantes reinos fueron conquistados en menos de cien años por los cusqueños que trataron de imponer una "Pax Incaica".
A partir de ahí los cusqueños se anexaron muchos reinos y señoríos del mundo andino. Entre los estados regionales sometidos al Imperio Inca se encuentran: Colla (Puno), Lupaca (Puno), Pocra (Ayacucho), Chincha (Ica), Huanca (Junín), Yaro (Huánuco), Chachapoyas (Amazonas), Cuismanco (Cajamarca), Ishma (Lima), Chimú (La Libertad) y Cañari (Ecuador). Estos y otros importantes reinos fueron conquistados en menos de cien años por los cusqueños que trataron de imponer una "Pax Incaica".
Durante este siglo los incas se preocuparon por la infrestructura productiva y la unificación cultural; sin embargo no pudieron resolver las contradicciones internas inherentes al modelo imperial, las mismas que se agudizaron cuando llegaron los conquistadores europeos en el siglo XVI.
Esta página está dedicada a recordar los sucesos claves de la historia incaica, desde sus origenes curacales hasta su apogeo y destrucción, siguiendo la Capac Cuna o relación oficial de los gobernantes incas.
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