Responsables y expertos internacionales se reúnen desde este martes en París con la determinación de dar un nuevo impulso a la lucha contra la malaria, una enfermedad parasitaria que cada año se cobra más de un millón de muertos en el mundo.
Primer encuentro de gran alcance, la reunión, que pretende contribuir a "convertir la malaria en una enfermedad del pasado", está organizada por la ONG Amigos del Fondo Mundial Europa.
"Controlar la epidemia como problema sanitario y económico está a nuestro alcance", considera la ex ministra francesa de Sanidad Michèle Barzach, que preside esta ONG.
"Los fondos aportados dan resultados totalmente espectaculares", subraya por su parte Michel Kazatchkine, presidente del Fondo Mundial de Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria, que también participará en el encuentro de París.
Así, gracias a los fondos internacionales, el número de muertos debido al paludismo en Brasil se redujo un 60% entre 1989 y 1996. Del mismo modo, Vietnam logró dividir por 100 el número de casos de malaria entre 1992 y 2006 y en Etiopía la mortalidad de los niños de menos de cinco años disminuyó un 51%.
Según el nuevo mapa mundial del paludismo, pese a que 2.370 millones de personas corren el peligro de contraer la enfermedad, cerca de 1.000 millones de ellas viven en regiones donde este riesgo se ha vuelto muy débil.
La malaria, provocada por un parásito transmitido por un mosquito del género anopheles, afecta cada año a más de 500 millones de personas y mata, según las estimaciones de la Organización Mundial de la Salud, a más de un millón, en su gran mayoría en el Africa Subsahariana.
En esa región, el paludismo es la primera causa de mortalidad de los niños menores de cinco años. "Le cuesta al Africa Subsahariana 12.000 millones de dólares por año, con una cascada de consecuencias: bajas por enfermedad, gastos individuales que pueden representar más de la mitad del presupuesto de las familias, y hasta el 60% de los gastos de sanidad de un país sin malaria", afirma Barzach.
Antes tratada a base de cloroquina, medicamento al que el parásito se ha vuelto resistente, la enfermedad se cura ahora con artemisinina, pero los tratamientos son más de diez veces más caros. Un proyecto del Fondo Mundial podría permitir reducir considerablemente los costes.
Sin embargo, habrá que esperar aún varios años para obtener la elaboración de una vacuna. Los investigadores se centran en la modificación genética de los mosquitos para impedirles transmitir la malaria.
En diez años, los gastos internacionales han pasado de unos 60 millones de dólares a más de mil millones actualmente, dos tercios de los cuales por mediación del Fondo Mundial. Pero siguen siendo insuficientes, señala la doctora Awa Marie Coll-Seck, directora ejecutiva de la asociación Roll Back Malaria (Hacer retroceder la malaria), estimando que "se necesita tres veces más".
El empresario estadounidense Ray Chambers, nombrado emisario especial de la ONU para la lucha contra la malaria por el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, participará en el encuentro de París, que se prolongará hasta el jueves. Ban lanzó en abril un plan destinado a poner fin a esta pandemia en Africa en menos de mil días.
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