El huracán Ike tocó tierra en Cuba este martes y castiga a La Habana con feroces vientos y lluvias, tras dejar cuatro muertos, más de dos millones de evacuados y gran devastación, en su camino al Golfo de México.
Ike, con vientos de 130 km/h, categoría uno (de máximo cinco), impactó por segunda vez contra Cuba en Punta La Capitana, 70 km al suroeste de La Habana, en la occidental provincia Pinar del Río, por cuya costa norte saldrá a las aguas del Golfo la tarde del martes.
Mientras cruza Pinar del Río, devastada hace 10 días por el huracán Gustav, Ike sacude con vientos huracanados a La Habana, paralizada, sin actividad laboral, tránsito ni comercio, con sus 2,2 millones de habitantes encerrados, sin luz ni agua.
"Todo está trancado. Sentimos que está volando todo allá afuera, láminas de zinc por el aire y oí árboles que cayeron. No he dormido. ¡Tenía una alteración de madre (enorme)! Antes de que quiten el gas me puse de madrugada a cocinar", narró a la AFP un ama de casa de 49 años, resguardada en su casa en el barrio Vedado.
Olas gigantes se abaten contra el muro del Malecón. Unas 170.000 personas están albergadas en La Habana, miles del casco histórico -Patrimonio de la Humanidad- por el peligro de derrumbes de edificios y casas en mal estado.
Ike, que previamente mató a 66 personas en Haití, dejó cuatro muertos en Cuba, según balance preliminar, y en su recorrido de este a oeste arrasó con casas, almacenes, tiendas, edificios, árboles, cultivos y postes de electricidad.
El ciclón puso a las 14 provincias de Cuba bajo alarma máxima, con más de dos millones de evacuados, pero al llegar a occidente el clima mejoraba poco a poco en oriente, que pasó esta tarde a la fase de recuperación.
En Pinar del Río, unas 163.000 personas fueron evacuadas y otras miles en la Isla de la Juventud. Ambas regiones, que estuvieron en la ruta demoledora de Gustav, estaban inmersas en la recuperación cuando debieron volver a protegerse por Ike.
"La naturaleza nos devolvió otro golpe. Ni siquiera nos habíamos levantado de Gustav. Dos en muy poco tiempo, esto es terrible", dijo una habitante de Pinar del Río, vía telefónica.
En su paso por occidente, Ike también descarga contra Matanzas, que evacuó a más de 120.000, 13.000 de ellos turistas del balneario de Varadero, principal polo turístico de Cuba, cuyas playas estaban ahora desiertas.
Aunque al este llegó debilitado, Ike entró el domingo a Cuba con categoría 4 por la oriental Holguín, donde causó graves destrozos, incluso en la localidad de Moa, que alberga dos plantas productoras de níquel, principal producto de exportación. La devastación también alcanzó a Las Tunas, Camagüey, Guantánamo y Granma.
"Hay grandes daños en infraestructura, edificios, almacenes, casas, árboles arrancados de raíz. Esto es muy difícil", dijo Julio García, presidente del Consejo de Defensa provincial de Camagüey, en cuya ciudad capital el agua llegó a cinco metros de altura.
Chaparra, un pueblo de 51.000 habitantes, estuvo a punto de ser borrado del mapa y el 80% de sus casas fueron dañadas, y en Baracoa, Guantánamo, las olas alcanzaron edificios de cinco plantas y las inundaciones costeras fueron demoledoras.
Según los medios locales, el presidente Raúl Castro y su hermano, el ex gobernante Fidel Castro, enfermo y alejado del poder, siguen "minuto a minuto" la emergencia.
Anticipando el rumbo de Ike, un aviso de tormenta tropical está vigente para los cayos del sur de la Florida y la turística ciudad de Key West, extremo sur estadounidense. Pero la mayor amenaza se centraba sobre los yacimientos petroleros del Golfo de México, por lo que el precio del crudo aumentó el lunes.
Pero volvió a caer este martes a la apertura del mercado neoyorquino, luego que la intensidad de Ike fue degradada, y antes de conocer la decisión de la OPEP sobre su producción.
El grupo petrolero anglo-holandés Shell evacuó plataformas marítimas en el Golfo, el estadounidense ExxonMobil evalúa la situación, y el francés Total regresará a tierra su personal el miércoles.
El Golfo de México es amenazado por Ike tras el susto de Gustav, que dejó un centenar de muertos en el Caribe y Estados Unidos, la mayoría en Haití, donde otros 500 murieron en el reciente paso de Hanna y Fay.

Publicado por fuente de ayuda navegador web martes, 9 de septiembre de 2008

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