La secretaria de Estado estadounidense, Condoleezza Rice, llegó el viernes a Trípoli en una visita histórica durante la cual debe encontrar al líder libio, Muamman Kadhafi, en el pasado la "bestia negra" de Estados Unidos.
Con esta primera visita a Libia de un jefe de la diplomacia estadounidense desde hace 55 años, Rice desea lograr un éxito diplomático para la administración del presidente George W. Bush y mostrar a Corea del Norte e Irán los beneficios que pueden obtener si renuncian a sus armas de destrucción masiva.
La jefa de la diplomacia de Washington aterrizó hacia las 17H15 locales (15H15 GMT) en el aeropuerto militar de Matiga, cerca de Trípoli, donde fue acogida por el secretario libio de Relaciones con las dos Américas, Ahmed Fitouri.
También mantuvo una entrevista con su homólogo libio, Abdel Rahman Chalgham, constató una periodista de la AFP que la acompañaba.
A continuación tenía previsto compartir una cena de "iftar", que marca la ruptura del ayuno del ramadán, con el coronel Kadhafi.
"Es un momento histórico", declaró Rice en Lisboa, donde hizo escala antes de proseguir viaje hacia la capital libia.
"Muy francamente, jamás pensé que visitaría Libia", añadió ante los periodistas que viajaban con ella al precisar que es "un comienzo, una apertura, no el final de la historia".
Rice reconoció que hay "un largo camino por recorrer", pero subrayó que esta visita "demuestra que Estados Unidos no tienen enemigos permanentes y que si algunos países están dispuestos a hacer cambios estratégicos o de orientación, Estados Unidos está dispuesto a responderles".
Subrayando el "papel importante que Libia puede jugar, y que ya juega, en el Magreb y en el seno de la Unión Africana", la canciller estadounidense indicó tener la intención de discutir con el líder libio sobre Sudán, "donde Libia juega un papel importante".
Con Kadhafi, Rice tiene intención de tratar el tema de los derechos humanos y, en concreto, el caso del opositor libio Fathi al-Jahmi, de 66 años, cuyo hermano vive exiliado en Boston (costa este de Estados Unidos).
Para el régimen de Trípoli, la visita de Rice marca su regreso a la escena internacional y representa un éxito de su nueva diplomacia conciliadora bajo el impulso de Seif Al Islam, hijo del coronel Kadhafi.
Pero después de decenas de años de relaciones conflictuales, el "Guía de la Revolución" libia mantiene una actitud circunspecta. "No tenemos interés en estar en conflicto con Estados Unidos pero no aceptaremos tampoco someternos a ellos", advirtió el lunes.
"Todo lo que queremos es que nos dejen tranquilos", añadió Kadhafi.
Washington y Trípoli rompieron sus relaciones diplomáticas en 1981 debido al presunto apoyo de Libia al terrorismo. Esas relaciones se restablecieron en 2004, tras el anuncio de Kadhafi de que Libia renunciaba a adquirir armas de destrucción masiva.
La visita de Rice se ha visto finalmente propiciada por la firma, en agosto, de un acuerdo sobre la indemnización de las víctimas estadounidenses y libias del conflicto entre ambos países, marcado sobre todo por el atentado contra un avión de la compañía norteamericana PanAm cuando sobrevolaba la localidad escocesa de Lockerbie que causó 270 muertos en 1988.
Tras una conferencia de prensa conjunta con Chalgham, Rice debe abandonar Trípoli durante la noche en dirección de Túnez, la próxima etapa de su gira que la llevará también a Argelia y Marruecos.
Con esta primera visita a Libia de un jefe de la diplomacia estadounidense desde hace 55 años, Rice desea lograr un éxito diplomático para la administración del presidente George W. Bush y mostrar a Corea del Norte e Irán los beneficios que pueden obtener si renuncian a sus armas de destrucción masiva.
La jefa de la diplomacia de Washington aterrizó hacia las 17H15 locales (15H15 GMT) en el aeropuerto militar de Matiga, cerca de Trípoli, donde fue acogida por el secretario libio de Relaciones con las dos Américas, Ahmed Fitouri.
También mantuvo una entrevista con su homólogo libio, Abdel Rahman Chalgham, constató una periodista de la AFP que la acompañaba.
A continuación tenía previsto compartir una cena de "iftar", que marca la ruptura del ayuno del ramadán, con el coronel Kadhafi.
"Es un momento histórico", declaró Rice en Lisboa, donde hizo escala antes de proseguir viaje hacia la capital libia.
"Muy francamente, jamás pensé que visitaría Libia", añadió ante los periodistas que viajaban con ella al precisar que es "un comienzo, una apertura, no el final de la historia".
Rice reconoció que hay "un largo camino por recorrer", pero subrayó que esta visita "demuestra que Estados Unidos no tienen enemigos permanentes y que si algunos países están dispuestos a hacer cambios estratégicos o de orientación, Estados Unidos está dispuesto a responderles".
Subrayando el "papel importante que Libia puede jugar, y que ya juega, en el Magreb y en el seno de la Unión Africana", la canciller estadounidense indicó tener la intención de discutir con el líder libio sobre Sudán, "donde Libia juega un papel importante".
Con Kadhafi, Rice tiene intención de tratar el tema de los derechos humanos y, en concreto, el caso del opositor libio Fathi al-Jahmi, de 66 años, cuyo hermano vive exiliado en Boston (costa este de Estados Unidos).
Para el régimen de Trípoli, la visita de Rice marca su regreso a la escena internacional y representa un éxito de su nueva diplomacia conciliadora bajo el impulso de Seif Al Islam, hijo del coronel Kadhafi.
Pero después de decenas de años de relaciones conflictuales, el "Guía de la Revolución" libia mantiene una actitud circunspecta. "No tenemos interés en estar en conflicto con Estados Unidos pero no aceptaremos tampoco someternos a ellos", advirtió el lunes.
"Todo lo que queremos es que nos dejen tranquilos", añadió Kadhafi.
Washington y Trípoli rompieron sus relaciones diplomáticas en 1981 debido al presunto apoyo de Libia al terrorismo. Esas relaciones se restablecieron en 2004, tras el anuncio de Kadhafi de que Libia renunciaba a adquirir armas de destrucción masiva.
La visita de Rice se ha visto finalmente propiciada por la firma, en agosto, de un acuerdo sobre la indemnización de las víctimas estadounidenses y libias del conflicto entre ambos países, marcado sobre todo por el atentado contra un avión de la compañía norteamericana PanAm cuando sobrevolaba la localidad escocesa de Lockerbie que causó 270 muertos en 1988.
Tras una conferencia de prensa conjunta con Chalgham, Rice debe abandonar Trípoli durante la noche en dirección de Túnez, la próxima etapa de su gira que la llevará también a Argelia y Marruecos.
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