Una de las múltiples manifestaciones convocadas como colofón a la Diada Nacional de Cataluña por el centro de Barcelona ha roto el tono festivo que, hasta el momento, se estaba viviendo en la capital catalana.
La marcha que han iniciado hacia las cinco de la tarde grupos independentistas radicales como Maulets o la Candidatura d'Unitat Popular (CUP) ha finalizado con una nueva quema de un retrato de la familia real y varias enseñas españolas. Cabe recordar que hace aproximadamente un año la escena se repitió en reiteradas ocasiones en varios puntos de Cataluña, llevando a sus responsables ante la Audiencia Nacional, que condenó con multas económicas las acciones por un delito probado de injurias a la corona.
Dichos antecedentes, sin embargo, lejos de evitar un nuevo episodio similar, parecen haber espoleado a los más radicales. Así, dos jóvenes totalmente encapuchados para evitar ser reconocidos y vestidos de riguroso negro, se han subido a uno de los escenarios instalados al lado del Passeig del Born, cerca del Fossar de les Moreres, lugar en el que suele citarse el independentismo más radical.
Allí, y gracias a la inexistente presencia de agentes de policía, han podido colocar una fotografía en la que aparecen juntos el Rey Juan Carlos I y la Reina Sofía y que han en escasos segundos, huyendo del lugar inmediatamente.
Además, después de varias intervenciones, otros jóvenes han repetido la acción, aunque en esta ocasión con banderas españolas. Una acción que han imitado varios de los presentes, añadiendo a la quema enseñas nacionales francesas.
Ambiente festivo en el resto de manifestaciones
La acción de Maulets se ha convertido, sin duda, en una de las notas discordantes de la jornada, que ha transcurrido sin mayores sobresaltos. De hecho, las dos manifestaciones plenamente reivindicativas convocadas por Sobirania i Progrès y Esquerra (ERC) se han vivido en pleno ambiente festivo.
Miles de personas, hasta 20.000 según los organizadores, han salido a las calles de Barcelona para secundar unas movilizaciones que se han convertido en los platos fuertes de la jornada. Así, y tras el lema 'Somos una nación y queremos un Estado propio', una riada humana ha ocupado las calles del centro de la capital catalana.
Del mismo calado ha resultado la marcha organizada por ERC que, encabezada por su presidente, Joan Puigcercós, y su secretario general, Joan Ridao, han marchado desde la plaza Urquinaona hasta el monumento a Rafael Casanova.
La marcha que han iniciado hacia las cinco de la tarde grupos independentistas radicales como Maulets o la Candidatura d'Unitat Popular (CUP) ha finalizado con una nueva quema de un retrato de la familia real y varias enseñas españolas. Cabe recordar que hace aproximadamente un año la escena se repitió en reiteradas ocasiones en varios puntos de Cataluña, llevando a sus responsables ante la Audiencia Nacional, que condenó con multas económicas las acciones por un delito probado de injurias a la corona.
Dichos antecedentes, sin embargo, lejos de evitar un nuevo episodio similar, parecen haber espoleado a los más radicales. Así, dos jóvenes totalmente encapuchados para evitar ser reconocidos y vestidos de riguroso negro, se han subido a uno de los escenarios instalados al lado del Passeig del Born, cerca del Fossar de les Moreres, lugar en el que suele citarse el independentismo más radical.
Allí, y gracias a la inexistente presencia de agentes de policía, han podido colocar una fotografía en la que aparecen juntos el Rey Juan Carlos I y la Reina Sofía y que han en escasos segundos, huyendo del lugar inmediatamente.
Además, después de varias intervenciones, otros jóvenes han repetido la acción, aunque en esta ocasión con banderas españolas. Una acción que han imitado varios de los presentes, añadiendo a la quema enseñas nacionales francesas.
Ambiente festivo en el resto de manifestaciones
La acción de Maulets se ha convertido, sin duda, en una de las notas discordantes de la jornada, que ha transcurrido sin mayores sobresaltos. De hecho, las dos manifestaciones plenamente reivindicativas convocadas por Sobirania i Progrès y Esquerra (ERC) se han vivido en pleno ambiente festivo.
Miles de personas, hasta 20.000 según los organizadores, han salido a las calles de Barcelona para secundar unas movilizaciones que se han convertido en los platos fuertes de la jornada. Así, y tras el lema 'Somos una nación y queremos un Estado propio', una riada humana ha ocupado las calles del centro de la capital catalana.
Del mismo calado ha resultado la marcha organizada por ERC que, encabezada por su presidente, Joan Puigcercós, y su secretario general, Joan Ridao, han marchado desde la plaza Urquinaona hasta el monumento a Rafael Casanova.
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