Un caballero inglés lleva de Cádiz a su patria, como despojo de guerra, una doncella (Isabela), la cual es educada como una hija, por él y por su esposa. Era de tan excepcional hermosura y discreción que el hijo de los dos señores ingleses (Ricaredo) se enamora de ella y la pide a sus padres por esposa.

Concertados los desposorios, la reina Isabel les llama a corte, a la que Isabela se presenta, ya como esposa de Ricaredo, vestida a al usanza española <>.

Ya en palacio, y ante la reina, al quedarse sola, <>.

La reina prendada de Isabela, la toma a su servicio y exige de Ricaredo hazañas que le hagan digno de su amada. <>. Ricaredo, será capitán de uno de ellos, y deberá partir a los días. Pero Ricaredo, católico en secreto, como su familia, en un país de protestantes, le asaltan graves problemas de conciencia, ya que deberá luchar contra los católicos o, si no lo hace, pasará por católico y por cobarde y no obtendrá el premio de Isabela.

Ya en alta mar, muere el barón de Lansac y Ricaredo asume el mando. Encuentra a dos galeras, con enseña turca, que llevan preso un navío portugués. Les atacan y vencen. El navío portugués regresaba de las Indias con un cargamento precioso, del que se apodera Ricaredo, que deja en libertad a los prisioneros, en su mayoría católicos españoles. Un matrimonio viejo, los cuales resultan ser los padres de Isabela, le pide que les lleve a Inglaterra, en donde poco después hacen su entrada triunfal.

Padres e hija se reconocen, y la reina accede al matrimonio de los enamorados. Más he aquí que el "arrogante y altivo " conde Arnesto, hijo de la camarera mayor de la reina, se ha enamorado de Isabela, y obliga a su madre a pedirla a la reina. Esta mantiene su palabra, el conde reta a Ricaredo, pero es detenido por la guardia real, y la madre desesperada envenena a la muchacha, que es salvada in extremis a cambio de su belleza.

A pesar de su fealdad, Ricaredo persiste en desposarla. Con todo, sus padres conciertan un nuevo matrimonio con una heredera escocesa. Isabela y sus padres marchan hacia España, después de que Ricaredo ha prometido a la "española inglesa" que irá a buscarla en el término de dos años. Ya en España, Isabela recobra su extraordinaria belleza. Llegan noticias confusas de la muerte de Ricaredo, e Isabela, desconsolada, profesa en un convento. Pero se presenta el enamorado, que había caído en poder de los corsarios, y se celebran las bodas. <>. La crítica suele considerar La española inglesa como una de las novelas ejemplares de tono idealista y de concepción italianizante.

Lo más importante de ella no son las situaciones narrativas, los problemas del alma (que por un momento asoman en el relato en la persona de Ricaredo, capitán de la armada), el perfil psicológico de los personajes (que es siempre exterior y decorativo), sino la misma narración en sí: los raptos, las anagnórisis, los amores desdichados, etc.

Es interesante notar el hecho de que Cervantes, apasionado cantor de la derrota de la Invencible (Véase Poesías), sitúe la acción en la corte de Isabel de Inglaterra, que es vista más allá de los límites de un fervor nacionalista. Por ejemplo, la reina gusta de hablar en español (<>) y, cuando le dicen que Isabela es católica, contesta <>.

ANALISIS DE LA OBRA:


En numerosas ocasiones Cervantes ha dejado ver su convicción sobre el valor literario de las novelas de caballerías. Así se puede explicar su afán por revitalizar el género. Recordamos las recomendaciones que Cervantes realizó en el Persiles, pensando ya en un nuevo libro de esta clase.

Recomendaciones que, aunque aplicables a varias tipos de novelas, ya hacían la función de depurar los defectos y debilidades de las novelas caballerescas antiguas y de actualizar los temas.


La española inglesa es ante todo una novela narrativa que guarda las características de la literatura caballeresca tradicional. Esta obra se suele clasificar como novela de corte bizantino, tanto por su técnica narrativa como por sus contenidos. La historia de amor, las aventuras, las separaciones y los reencuentros inesperados, los peligros y dificultades, la unión definitiva de los amantes, y otros elementos característicos. Aún así consideraremos esta obra, por su concepción y su estructura novelística, como novela de caballerías, pues la técnica narrativa bizantica característica se presenta esporádicamente y sólo de manera clara al final, cuando Ricaredo expone sus experiencias corrigiendo toda la información que ya se tenía de él.

Podríamos definir esta novela como innovadora, pues incluye los elementos característicos tradicionales notablemente actualizados, lo que hace que se configure como un libro de caballerías moderno, de interés actual y con un propósito ideológico y literario ejemplar. Pese a ser una obra innovadora no significa que no haya existido un modelo de inspiración, que en este caso ha sido el Amadís de Gaula, del que Cervantes tomará trazos en lo referente a la trama y a las caracterizaciones de los personajes.

En un primer lugar encontramos la similitud entre los amores secretos iniciales de Ricaredo e Isabela y de Amadís y Oriana. Comienza el amor a edad temprana, y en ambos casos tanto Ricaredo como Amadís sufren por no poder hacer manifiestos sus deseos. Salvando la diferencia entre el inicio de ambas relaciones, que en el Amadís serán las de una aventura amorosa, a diferencia del fin que persigue Ricaredo, que no es otro que el matrimonio, las jóvenes amadas quedan con la reina en ambos casos, mientras que los jóvenes parten a combatir para hacer las hazañas suficientes que les hagan merecer a sus amadas.

El desarrollo de la ceremonia por la que Ricaredo es enviado a la batalla es un recordatorio de la conducta típica de los caballeros andantes literarios. El postrarse de rodillas para agradecer la oportunidad concedida por la reina, el despedirse con gran emoción de la persona amada, la muestra de magnanimidad para con sus adversarios, la vuelta triunfal a Londres con las joyas y especias ganadas, y otros muchos detalles, nos llevan a la clásica figura caballeresca.

Esta culmina con el regreso del glorioso joven a palacio, donde realiza una entrada espectacular cargada de matices de gran similitud a la que podemos ver en el Amadís. Matices como el maravilloso resplandor de las armas que portan, o como la admiración y atracción que provocan en todas las cortesanas. En este último aspecto la novela cervantina coincidirá con el Amadís en presentar la figura de una doncella muy joven que cree tener al protagonista por su caballero.

Nos resulta también familiar a la novela de caballerías la amable discrección y las promesas que aparecen en la conversación que mantíenen la reina y su heróico vasallo, asi como la común presentación de los enemigos de los buenos caballeros como individuos muy malvados y poderosos, de manera que encontramos a Arcalaus y Dardán en el Amadís como equivalentes de la figura del conde Arnesto en La Española Inglesa. También es habitual que este tipo de novelas incluyan cómplices a los antagonistas, como la rencorosa camarera mayor de la reina, que será la encargada de vengarse del rechazo de la bella doncella al conde, transformándola en un monstruo de fealdad por medio del envenenamiento, que es una acción también frecuentemente utilizada. La figura de Ricaredo queda ennoblecida ya que esto no es impedimento ni freno a su amor por ella.

El antes mencionado uso del veneno será comunmente utilizado en las novelas de caballerías para complicar la trama. Se produce una transformación grotesca e inmediata que quedará rápidamente anulada por medio de las artes mágicas. •Se puede apreciar otra señal del paralelismo entre las dos novelas en el peregrinaje que lleva a Ricaredo hasta Roma, confesándose ante el Sumo Pontífice y besándole los pies; mientras que la penitencia de Amadís le llevará hasta la Peña Pobre, donde se confesará y besará los pies al ermitaño.

En Italia Ricaredo será víctima de la traición del conde Arnesto. El paje del protagonista volverá a Londres convencido de su muerte, y la noticia llegará a oidos de Isabela. Este pasaje nos recuerda el episodio en que Amadís también sufrirá una traición y será dado por muerto cuando Arcalaus haga difundir la falsa noticia. Cervantes conseguirá reflejar uno de los momentos más sentimentales de sus obras, cuando nos relata la escena en que Isabela recibe la noticia. Lejos de socorridos dramatismos, nos mostrará el espíritu de la joven, consciente de que su amor no será separado por la muerte cuando no lo ha sido en la vida. La decisión de tomar los hábitos es aprovechada para añadir matices místicos a la novela, como la igualdad entre el amor humano y el divino.

Nos encontramos con ciertas reseñas autobiográficas en el cautiverio que sufre Ricaredo a manos de unos piratas argelinos, que no obstante quedarán subordinadas a la verdadera creación poética.

Este libro de caballerías también contará con las características justificaciones de autenticidad históricas y geográficas, enclavando la acción en la época de luchas políticas y militares entre Inglaterra y España, y en diversos países europeos y Argel. Desde luego esto no significa que el entorno histórico de la novela sea el verdadero, sino que el tema y la manera de plantearlo darán forma al momento de la acción. Esto nos lleva a que los detalles sean tribulaciones más o menos razonables del autor que tienen un carácter meramente simbólico.

La Española Inglesa es la única obra cervantina que señala exhaustivamente las actividades financieras de sus personajes, aunque es comprensible si tenemos en cuenta la obligada credibilidad de una obra desarrollada dentro del ambiente de hostilidad entre España e Inglaterra.

Desde luego que esta novela de caballerías es experiencia viva del mundo contemporáneo del autor. Aun con los reconocidos enfrentamientos entre católicos y protestantes, éstos no son impedimento para que se nos aparezca el Cervantes cristiano y humanista, es decir, la afiliación religiosa no presupondrá determinadas virtudes o conductas. De hecho podemos interpretar el matrimonio entre el inglés Ricaredo y la española Isabela como una unión fraterna de dos pueblos enfrentados.

Publicado por fuente de ayuda navegador web viernes, 19 de septiembre de 2008

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