Yendo por el camino que va de Castilla a Andalucía, dos muchachos vagabundos llamados Rincón y Cortado se encuentran a la puerta de una taberna. Ambos se reconocen de la misma calaña y tras una rigurosa ceremonia en la que se dicen uno a otro con extremada gravedad su nombre y profesión, uno tramposo y el otro cortabolsas, deciden entablar amistad y consagrar su alianza desbancando en un juego de naipes a un incauto mozo de mulas que se cree afortunadamente admitido como tercer personaje en una partida que ellos juegan.

El mozo de mulas no conoce las tretas de los dos muchachos, pero aun así se propone quitarles el dinero perdido, aunque los dos pícaros no dudan en utilizar sus armas. Acogidos en una tropa de gente que se dirige a Sevilla, son fieles a su costumbre y roban la valija de un francés que viaja con el grupo. Una vez llegados a la ciudad y después de un paseo rápido por ella, comienzan su actividad convirtiéndose uno en mozo de plaza y robando Cortado la bolsa a un sacristán. Hay otro muchacho, llamado Ganchuelo, que observa la escena, y que después se apresura a advertirles de que para robar en la plaza de Sevilla es necesario pasar por la aduna del señor Monipodio, es decir, inscribirse en los registros del hampa sevillana.

Acompañados de Ganchuelo, éste les instruye sobre los ritos y estatutos de la honorable asociación, sobre las ramificaciones de aguaciles, rufianes, mendigos y escribanos. Los dos muchachos son presentados ante Monipodio, el cual los examina y acoge en la cofradía, asignándoles los nombres de Rinconete y Cortadillo y eximiéndoles del noviciado reglamentario.

Mientras es celebrada la promoción de los dos nuevos reclutas, un aguacil llega a pedir la bolsa robada al sacristán, a lo que Cortadillo la entrega, por lo que Monipodio le pone el apelativo de "el bueno". Los muchachos participan después en una cena ofrecida por las mujeres a sus encubridores, interrumpida por la llegada de la ramera Cariharta, que viene a dar queja de los malos tratos que recibe del rufián Repolido.

Monipodio promete justicia y la damas se complacen con la Cariharta por las pruebas de afecto recibidas de su Repolido, cuando éste se presenta y, ofendido por la actitud irónica de los demás rufianes, se dispone a provocar una pelea, la Cariharta se arroja a sus brazos suplicante.

Monipodio, después de apaciguar a los contendientes y solucionada una pendencia por la que un caballero se negaba a pagar a la asociación el precio de una cuchillada inferida a un criado en lugar del amo a quien estaba destinada, comienza a designar las tareas de los afiliados. Manda leer a Rinconete unas <> y un <>. Distribuye después las necesarias herramientas y luego de dar su bendición a todos, los deja convocados para el domingo siguiente.

ANALISIS DE LA OBRA:

•Esta novela con rasgos picarescos se presupone inspirada en Guzmán de Alfarache, popular novela picaresca, aunque a diferencia de fuentes tomadas en otras obras aquí no se tiene la intención de imitar o hacer parodia del género literario en cuestión, sino que se intenta avisar de las consecuencias negativas que en numerosos aspectos puede acarrear su lectura.

•La obra se inicia planteando los juveniles deseos de Rinconete y Cortadillo por emular las aventuras y andanzas vividas por los pícaros literarios representados por Alemán.

A diferencia de estos, escapan de sus casas realmente para buscar entretenimiento, más que libertad o buena vida, aunque acabarán encontrando las enormes diferencias entre los libros y la realidad y las perjudiciales consecuencias morales del camino que han decidido tomar. Cervantes mantendrá con firmeza su opinión de la opción del hombre para el bien, sin dejar de reconocer las pocas veces en que se elige esa opción, por lo que el hecho de tomarla se muestra como una verdadera hazaña heroica.

•Los primeros rasgos personales que se apuntan se caracterizan por ocultar en un principio sus orígenes y secretos, para luego realizar una suerte de confesiones cargadas de mentiras e invenciones que, ante todo, debemos considerar obligadas por las circunstancias en que se producen. Cervantes aquí ya aprovecha para satirizar la calidad espiritual de algunos orígenes. Los personajes se adentran en una consecución de historias con las que aumentar su imagen de pícaros maduros, utilizando refranes y expresando habilidades que ya dan por auténticas. Esto genera un enfrentamiento verbal con la intención de superarse en sus destrezas, en sus fechorías, que cuanto más numerosas mejor queda confirmado el pícaro.

•En este momento se comienzan a presentar en boca de los personajes elementos característicos de los pícaros como el cambiar de nombre, la obligación de cumplir con su condición siempre que tengan ocasión, la habilidad para cambiar de vestimenta según las necesidades, el considerar los sucesos extraordinarios como consecuencias del destino o de la suerte, y otros.

También hay particularidades en la obra en cuanto a la relación que mantienen Rinconete y Cortadillo, en la que el primero siempre manifestará una determinada autoridad por ser el mayor de los dos, en cuanto a los tratamientos respetuosos entre ambos personajes, que no deja de ser una referencia al verdadero status social del que proceden, en cuanto a la causa común que les hace abandonar su casa y buscar la vida libre, en cuanto a los constantes viajes para conocer nuevas ciudades.

Algunos de estos y otros aspectos explicarán las diferencias existentes entre los personajes clásicos pícaros y los cervantinos, que nace desde el primer momento en que estos últimos eligen su condición sin motivos reales de índole económica, social o personal. De hecho la sobrevivencia material no será una gran preocupación.

•En el transcurso de la novela se nos plantea la oportunidad de ver a los dos protagonistas como convertidos ya en verdaderos pícaros, ajenos a su primera intención, que es únicamente el entretenimiento y el conocimiento de ese modo de vida. No obstante al reconocer su esencia deciden repudiar la vida picaresca.

•Aparece un personaje, el mozo de la esportilla, que se describe con una directa y sincera actuación personal por la que nos explica su anómala forma de comprender el mundo con cómicas hipérboles e impropiedades lingüísticas. Será considerado una creacción maestra de la literatura, como todas las que Cervantes hace nacer de su inspiración en la novela de Alemán.

•Otra inclusión importante será la figura de Monipodio y su "sindicato del crimen", una especie de cofradía de malhechores ordenada y configurada con sus propias leyes, que se podría comparar con una sociedad de mendigos pícaros organizada y jerarquizada al igual que cualquier otra normal, excepto en su concepción del mal, que para los pícaros es hacer el bien, mientras que en la sociedad normal se hace a sabiendas. Así se ha visto esta organización como una metáfora de la sociedad contemporánea del autor, representando la decadencia nacional, como era habitual en las obras satíricas del momento, reflejando además la hipocresía y los aspectos deplorables de la condición humana.

Monipodio se crea con sus propios rasgos individuales y como individuo personalizado dentro de la novela. No obstante Cervantes destacará al resto de los presentes con menciones que no por escasas dejan de entreveer particularidades de cada uno. Utilizará todo este escenario en su conjunto para revelarnos su maestría en las descripciones de gestos, ademanes y expresiones que caracterizan a los personajes y su condición, y además aprovechará todas las circunstancias de la novela para insertar poemas. También encontramos críticas a las innovaciones "superiores" de Lope, sin limitarse sólo a los aspectos técnicos y visibles de su obra, sino dedicando también su atención a los valores superficiales y falsos que se transmitían, como por ejemplo el honor o la moral.

•El epílogo de la obra buscará la actuación del lector despertando la curiosidad por el desenlace final, invitándolo a conjeturar la conclusión de los destinos de los personajes, aunque no podemos olvidar la finalidad fundamental de la novela, que no es otra que activar el razonamiento del lector para determinar los efectos negativos de esa vida. •La forma de estructurar la historia nos sugiere su calificación dentro del género teatral, que únicamente se evita con la función que Rinconete y Cortadillo desempeñan en el desarrollo. La sucesiva incorporación del característico coloquio erasmiano se salva con las enormes posibilidades de la técnica novelística cervantina, empleando cada uno según su adecuación a lo que se deseaba expresar en cada momento, lo que no ha sido inconveniente para que la obra se haya considerado en numerosas ocasiones como un verdadero cuadro de costumbres en lugar de una novela.

•El todo gira en torno a las constantes ideas de la satirización y de la capacidad correctiva de una conciencia moral e intelectual, enfrentando las enormes diferencias que existen entre las creencias y las conductas ideales y lo que luego se practica en la realidad, a través de una novela picaresca perfectamente actualizada y adecuada a su época.

Publicado por fuente de ayuda navegador web viernes, 19 de septiembre de 2008

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